MENTES EN INVOLUCIÓN II (El cuerpo pensante)

domingo, mayo 23, 2010

Recientemente ha llegado a mí, por varios caminos, una información que por sí sola da que pensar, pero que he creído oportuno incluirla en esta serie concreta porque es una de las ideas que confirman la finalidad de este tema, que no es más que el reconocimiento de que la mente global de nuestra sociedad ha ido involucionando y anquilosándose y olvidando conceptos antiguos que han sido decretados como "mágicos" como poco, estableciéndose la propia sociedad en un modo concreto de funcionamiento hermético a todo lo que contenga ideas de otros modos diferentes, aferrándose a sus normas de automatización y evitando así complicaciones.

Ortega y Gasset habló de este tipo de masa reaccionaria, vaga y débil en su libro "La rebelión de las masas" explicando el oscuro destino de la humanidad cuando falta una apertura de ideas que aporte soluciones y nuevas formas de evolución debido a que es esa misma masa, torpe y temerosa, la que se gobierna a sí misma.

Esto es un arma de doble filo ya que, por un lado es cierto que la masa se mantiene tranquila y controlada al ser hermética a todo tipo de ideas exteriores a su programación mental, evitando así que alguien sea capaz de hacer cundir el pánico o que las mentes evolucionen hasta deshacer a la propia masa, pero por otro lado ese hermetismo protector hace que nuestras mentes involucionen e incluso olviden lo que culturas anteriores sabían.

La información que ha generado este parrafazo no es ni más ni menos que hay estudios muy serios que indican que existen en todo nuestro cuerpo puntos donde se elaboran y filtran los mensajes que se envian al cerebro o no.

Se ha demostrado que existen lo que los médicos conocen como "receptores" por todo el cuerpo y no, como se creía, solo en el sistema nervioso, e incluso que esos receptores reaccionan frente a ciertas sustancias químicas del cuerpo según su vibración. Estos receptores son mecanismos sensoriales que reciben mensajes de sustancias como hormonas y neurotransmisores, y se ha descubierto que estos receptores se encuentran por todo el cuerpo, por lo que al sistema nervioso llega información sensorial del exterior y del interior, incluso filtrada según su utilidad.

 Incluso estos estudios dirigen a algunos científicos a hablar de "moléculas de pensamiento" que circulan por el cuerpo y, aunque todo esto son estudios en fase de realización e investigaciones en desarrollo, el destino final de los mismos es que cuerpo y mente son uno, es decir, los pensamientos viajan por el cuerpo e incluso algunos tienen su origen fuera del cerebro con lo que el cuerpo se comunica consigo mismo de una forma global y hay puntos de pensamiento en lugares diferentes del cerebro.
De todo esto me llama la atención también otro concepto que es el de la vibración, es decir, moléculas de pensamiento que actúan por vibración con otras. Podría tratarse una entrada a la idea de que todo en el universo es vibración, lo que trataremos en otro momento.

Al final resulta que las sensaciones del cuerpo, como las mariposas en la barriga del que está nervioso por algo, y el ritmo de la respiración, son mensajes que lanza nuestro cuerpo ante lo que vamos a hacer o donde vamos a ir o con quien vamos a hablar. Son reacciones de recuerdo o de preparación, son pensamientos y/o recuerdos que afloran como consecuencia de nuestras acciones o en previsión de las mismas.
Pero lo más alucinante de todo esto es que esas sustancias se comunican con el resto del cuerpo y con nuestro cerebro, por lo que podemos influir en esas moléculas de pensamiento y modificarlas, por ejemplo ¡modulando la respiración! Si vamos a hacer algo a lo que nuestro cuerpo reacciona con un aumento del ritmo respiratorio por nervios, cambiando la frecuencia respiratoria podemos cambiar esas moléculas de pensamiento y hacerlas dar un mensaje de calma, generando el cuerpo sustancias que lleven y refuercen a esa calma. Es decir que modulando nuestros pensamientos podemos influir en el cuerpo.
Aún se puede llegar más lejos y pensar que cuando vamos ha hacer algo y el cuerpo nos da una mala sensación, quizás debíamos replantearnos ese algo por si acaso esa sensación fuera un mensaje de nuestro cuerpo.

Pero, lo más alucinante de todo esto, lo que introduce todo esto en esta serie de artículos, es que las milenarias filosofías orientales ya sabían esto, e incluso los sutras de Patanjali que han instruido durante siglos a los que han querido practicar yoga llevan a esa misma conclusión, es decir, que hay que escuchar al cuerpo, que si modificamos las reacciones de nuestro cuerpo podemos modificar nuestro estado mental y viceversa y que cuerpo y mente son uno. Según se desprende de los estudios referidos, nuestro cuerpo es un conjunto de órganos y sustancias que de forma completa y en todo su ser piensa y se comunica de forma interior y exterior.

Creo que, dado lo dicho, hace cientos de años existía gente con una grandísima capacidad de percibir las sensaciones de su cuerpo y su mente de forma que llegaran a sentir eso que la ciencia está empezando a descubrir ahora. Pero además el resto de las personas eran capaz de entenderlo, imagino que, porque en alguna medida también lo sentían, y no solo me refiero a filosofías asiáticas, sino también a occidentales, ya que el debate de si cuerpo y mente son uno también tuvo lugar en Grecia.
¿Qué clase de personas éramos hace 1500 años? ¿Como era el mundo entonces?
Sigo pensando que hace 1500 años éramos más listos que ahora.

Reflexionad sobre ello.

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